Las misiones de paz y nuestras FFAA

Resumen

El texto trata de una cuestión que amenaza a las Fuerzas Armadas como institución: el problema de las misiones. Analiza una cuestión respaldada por el filósofo español Ortega y Gasset, el cual dice que las instituciones se rigen por su finalidad, y los militares están presentes en este contexto. La inmensa capacidad destructiva de los artefactos atómicos y la aparición de movimientos de liberación nacional limitaron el uso de Fuerzas Armadas tradicionales. El primer fenómeno las hizo obsoletas, mientras que el segundo las puso en una situación que establece el desnivel moral, psicológico y físico de enfrentarse con actores más débiles. Muchos expertos atribuyen a las instituciones militares otras funciones fuera de los combates convencionales, tales como: la lucha contra el terrorismo, el apoyo a las comunidades en situaciones de emergencia o desastre natural y las misiones de paz. Esta última, principalmente en los Estados dichos “fracasados”. El carácter diferenciado entre los pueblos latinos y anglosajónicos es resaltado. Estos últimos trabajan con acentuado éxito económico y asegurada estabilidad política, mientras que para los primeros los campos son deficitarios, especialmente en Sudamérica. Los sudamericanos ofrecen algo superior a cualquier empresa político-económica: la capacidad político integradora. Ese camino fue señalado por nuestros ancestrales, a ejemplo de los españoles y lusitanos, los cuales se mezclaron a las poblaciones negras e indígenas. La actual misión de paz en HAITI ha logrado éxito. Por lo menos nuestras (Argentinas) tropas no han sido derrotadas, hecho que no ha ocurrido con otras misiones antes de la MINUSTAH. Brasil, Argentina y Chile están mostrando al mundo que, aunque la misión sea difícil, es posible cumplirla. Hoy tenemos lo que llamamos “La Doctrina Heleno”, en honor al General Heleno, primer Comandante de la misión. Así que, sin considerar la superioridad de las armas, sino la capacidad de acuerdos, las tropas del “ABC” están logrando estabilizar una de las regiones más pobres y de mayores conflictos del planeta. En esa misión de paz, Argentina cuenta con el apoyo de las mayores autoridades de su país. Además, detenta un indiscutible liderazgo en lo que se refiere a la preparación y educación de las fuerzas de paz. Para Brasil, esas misiones tienen un carácter funcional en sus proyetos de desarrollo nacional y en sus planes estratégicos globales y regionales, y aun significan instrumento activo de su política externa. La presencia de otros colaboradores como Uruguay, Perú, Bolivia y Ecuador en la MINUSTAH demuestra que los países del Cono Sur de América pueden ayudar de manera muy significativa.