Victoria por encima de la superioridad cómo los aliados ganaron la Segunda Guerra Mundial en Europa

Resumen

Las relaciones internacionales actuales muestran el renacimiento de la competencia entre Estados, lo que revela la posibilidad de un conflicto convencional entre grandes potencias. En ausencia de enfrentamientos recientes de este tipo, la dinámica de la Segunda Guerra Mundial (IIGM) sigue siendo una fuente útil de comprensión sobre cómo podría desarrollarse un nuevo conflicto. Para examinar la guerra mundial de este último siglo, nos preguntamos si la superioridad de los Aliados, en términos económicos y personales, hizo que su victoria fuera prácticamente inevitable en el escenario europeo. Es una pregunta todavía válida hoy en día, ya que los estados continúan compitiendo bajo el paraguas del dilema de seguridad según el cual se entiende que la capacidad de defensa significa un número creciente de "soldados" y medios. Este artículo tuvo como objetivo responder a la pregunta con el apoyo de la teoría de Michael Handel, que afirma que las guerras prolongadas fueron ganadas por aquellos que, además de la superioridad económica y el número de "soldados" y otros medios, muestran un mejor liderazgo, forman una alianza fructífera y observan la geografía sabiamente. Nuestro estudio concluyó que, si bien la superioridad era realmente relevante en IIGM, en realidad era solo la parte visible de una estrategia pensada y realizada por un liderazgo experimentado que tomó en cuenta las características de la geografía y estableció un sólido sistema de alianzas.